Una hernia discal lumbar es una afección en la que el núcleo pulposo, el material gelatinoso que se encuentra en el centro de un disco intervertebral en la columna vertebral, se sale de su lugar habitual a través de una fisura o debilidad en el anillo fibroso que lo rodea. Esta protuberancia del material discal puede ejercer presión sobre los nervios cercanos en la columna lumbar, lo que resulta en dolor, entumecimiento, hormigueo u otros síntomas en las piernas, glúteos o pies.
Los síntomas varían según la ubicación y la gravedad de la hernia, así como la cantidad de presión ejercida sobre los nervios.
- Dolor en la parte baja de la espalda que puede irradiarse hacia las piernas o los glúteos.
- Entumecimiento u hormigueo en las piernas o los pies.
- Debilidad muscular en las piernas o los pies.
- Dolor que empeora al estar sentado, al levantar objetos pesados o al toser o estornudar.
- Disminución de los reflejos en las piernas o los pies.
El tratamiento para una hernia discal lumbar depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir opciones conservadoras como el reposo, la fisioterapia, los medicamentos para el dolor y la inflamación, las inyecciones epidurales de esteroides y ejercicios específicos para fortalecer los músculos centrales y estabilizar la columna vertebral. En casos graves o cuando los tratamientos conservadores no proporcionan alivio, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión sobre los nervios y reparar la hernia discal.